La fuerza del juego

Benín, lago Nokoue, esperando nuestra embarcación dos niñas juegan delante de nosotros. Ana mi compañera, maestra de Ed. Infantil también, se acerca e interactúa con ellas y yo, evidentemente, me sumo.

No nos conocen, no sabemos francés ni bariba, no somos de la misma cultura, estamos lejos pero nos reconocimos rápidamente en la sonrisa y en el juego. Desde ese momento hablamos el mismo idioma y, esto, es maravilloso.

Revolotean mil emociones e ideas en mi cabeza y en mi corazón. La pasión por el juego en la educación que vivimos en Docencia Activa y Humor nos hace aprovechar cualquier ocasión para conectar. La excitación de la situación puso Miles de reflexiones realizadas en cursos, charlas y actividades hablan de eso entre los que asisten.

Al mismo tiempo hacen un baile armónico con metodología Montessori y la pedagogía Manjoniana de don Andrés Manjon en sus Escuelas enseñaban jugando.

Por último, lo vivido con esas niñas conecta con la esencia de lo que soy. Me gustó mucho la sensación de intercambio vital de sonrisas y juegos. Me habla de la salud de ser humano en el inicio de la vida. Me afianza en mi profesión y solo me dan ganas de observar, repetir y jugar.

Cuando nos íbamos a nuestra embarcación pasaban cerca una 4 hermanos llevando en su cabeza algo para comerciar: fruta, pescado cocinado, etc… escucharon las risas de las niñas y como si hubieran captado una señal se pusieron a sonreír de forma cómplice. Fue como un reclamo: “allí hay juego!!!” Siguieron andando volviendo a su tarea de transportar o trabajar.

Pudiera parecer que el juego es algo nimio, sin importancia pero no lo es. No sólo tiene valor por los beneficios cognitivos, de comunicación y de estructuración de la realidad como mantienen multitud de autores como Piaget, Vigotsky (2007), Sarlé (2010), Manjon (1897) o Pavia (2010); sino por antes de que produzca todo ese beneficio el juego es una forma de conectar y comunicarse. Nos gusta afirmar en Docencia Activa que el juego es un lenguaje.

El juego es determinante para la infancia. Nos movemos en furgoneta por el país. Asomo la cara por la ventanilla de atrás porque me limpia y me da la vida. Me gusta sonreír a los niños/as que veo. Alguno saltan como un resorte sonriendo es una pasada como un dinámica tan sencilla de juego y complicidad tenga tanta fuerza.