11/7/23

El día de hoy ha sido más que peculiar. Si los contrastes aquí son grandes, el de hoy ha sido gigante. Hemos conocido nada más y nada menos que al primer ministro y al Rey de las tribus Baribas de África. Suena súper solemne, aunque a mi me ha recordado todo el rato a la película de “El Principe de Zamunda” y me ha costado concentrarme.

El primer ministro ha reído y ha sonreído mucho. La verdad es que Pedro Luis es un anfitrión de 10 y hace reír a cualquiera que se le cruce. Las buenas intenciones del primer ministro hacia este quinteto nos han emocionado, sobre todo porque nos ha abierto la puerta a conocer a Rey. Si él no da el visto bueno, no podemos verlo.

Y entramos a ver al Rey, con reverencia casi tumbados en el suelo… como en las películas!!! Pero un Rey encerrado, que no puede salir del palacio (que no deja de ser otra choza pero con sillones de esos que te mueres del calor con solo mirarlos). Un Rey condenado a vivir y morir dentro de palacio. De verdad un Rey? Empereur Sero Torou Tuko Sari.

Las palabras de despedida de éste nos han impactado: “Ojalá Dios os dé la piel del ciervo (está piel del ciervo es donde se sentaban los príncipes) cuando vayáis al cielo. Que Dios os dé el mejor lugar. Pues hombre, uno así se va de otra manera…

Al irnos, Pedro Luis ha pensado que no podíamos estar allí sin visitar el hospital de Nikki, cerca de palacio.

La verdad es que mis recuerdos del orfanato y hospital de Manila me han “protegido”. Me quedo con una infraestructura “digna” y asistencia de todo tipo, aunque la suciedad de alrededor nublara esta visión. Personas que, con los medios que tienen, salvan vidas o al menos lo intentan. Habitaciones de enfermos cuidadas y limpiadas por los familiares de éstos. Zona donde las familias pueden cocinar para los enfermos porque, evidentemente, la comida no está cubierta. Una sistema de salud que no cubre el estado. Si enfermas y eres pobre…… mejor no enfermar. Cuando no hay dinero, las prioridades cambian.

Volviendo me hago consciente de que lo que yo contaba como selva, es una sábana arbólea. Aquí hay 6 meses de sequía al año. Ahora está todo verde porque comienza la época de lluvias. Y son tan grandes que, a mitad de camino, los tenemos que desviar porque un trozo de carretera literalmente se ha hundido. Carretera hecha por los chinos a cambio de quedarse con una extensión enorme de árboles para madera. Así son las cosas.

Al llegar a casa de Teophil, paseo por N’Dali (de noche, que no se debía!) y a casa.

Contrastes. Hoy muchos contrastes fuera y en nuestros corazones… ah…Y calor con humedad.. mucha humedad

Mañana más. Buenas noches

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