16/7 Catedral y Visita a Gbari
Hoy es el día de la Virgen del Carmen, y también domingo, por lo que Kike y yo (Conchi) hemos madrugado para ir a la Catedral de San Marcos a vivir la Eucaristía con las gentes del pueblo de N’Dali. Como Pedro Luís se ha ido al monasterio a concelebrar, donde estuvimos el domingo pasado, Faustino nos ha acompañado a nosotros. La sensación ha sido extraña. 7:30h y las calles estaban ya llenas, pero había algo diferente en ellas. Había mucho más color, más intensidad… la gente vestía de domingo e iba a la misa. Al grito de “Bature” (que significa blanco o blanquito), los niños y niñas iban cruzándose por el camino con los ojos bien abiertos regalando sonrisas y aleteo de manos.
La Eucaristía ha durado dos horas, pero tiene su por qué. Cada parte se rezaba primero en francés, que es el idioma general, y después en Bature, que es el idioma local. Es como si hubiera dos Eucaristías juntas.
La solemnidad y el simbolismo han estado presentes en grado exponencial.
Ha sido curioso que en este lugar, donde la abundancia económica no es muy grande, la abundancia de generosidad es tremenda. Hay dos momentos en los que se pasa el “cestillo”, o mejor dicho, tres monaguillos se ponen en el pasillo central y la gente a raudales se va acercando para depositar lo poco o mucho que tengan. La primera vez se destina para el sacerdote y la segunda vez para una obra social. Cuánto valor tiene que estas gentes compartan con aquellas que tienen aún menos que ellas.
La iglesia, llena de familias y colorido por doquier, es un verdadero espectáculo. Aquí, tanto hombres como mujeres visten de una forma increíble, sobre todo en domingo que sacan sus mejores galas. En el día a día, las mujeres utilizan una simple tela para improvisar una falda que, remetida con arte por la cintura, queda totalmente sujeta. Las telas son increíbles. La combinación de colores, de formas, de dibujos… las hacen inigualables. Los hombres visten con pantalón y una especie de camisa sin botones que llega casi hasta la rodilla, hechos por un modisto. La elegancia es máxima.
Las mujeres en Domingo no llevan las telas sin más. Llevan laboriosos vestidos realizados por modistas de aquí. Parecen como príncipes y princesas en una fiesta de gala.
Los bebés, que van en la espalda de las mujeres, llevan anudada la misma tela del traje y otra que combine a la perfección y le sume elegancia.
En el pelo llevan extensiones, pelucas y/o gorros improvisados con la misma tela del vestido que dan el toque final de gala. Unas sandalias y accesorios a juego hacen que las familias se acerquen al domingo con su máximo esplendor.
Tras la exquisita comida preparada por Anna Marie y las chicas y un rato de descanso, nos hemos dirigido a Gbari, pueblo de Eduard, trabajador de la Fundación Kokari. Allí esperábamos otra danza, que es la expresión más bonita que tienen los pueblos de acoger a los huéspedes, pero nos hemos sorprendido por un coro de niños y niñas que dándonos la bienvenida a golpe de cantos de mano de su maestra. Una vez adentrados y acompañados por el contoneo espontáneo de nuestras caderas, han aparecido los bailarines del lugar. Esta vez el baile tiene una coreografía concreta y espectacular. Además, los trajes están diseñados iguales y bailan al son del Gamgú y Bata. El primero es un tambor grande que se utiliza para pregonar y el segundo es el tambor pequeño que sigue al rey o Principe cantando sus alabanzas. En las danzas ambos tocan juntos.
El momento de la despedida ha sido muy especial porque los niños y niñas nuevamente nos han acompañado cantando y dándonos las gracias mientras nos decían adiós con las manos.
Como despedida nos dan huevos para que “los extranjeros coman bien”. Ha sido un momento especial.
La vuelta, con un camino que refuerza nuestros músculos simplemente al intentar sostener el cuerpo con el vaivén producido por los hoyos, se ha visto envuelto por los olores a la entrada de N’Dali. Si bien los olores de aquí son característicos y te introducen aún más en las vidas de estas personas, como dice Pedro, los olores de la tarde y las cocinas son realmente especiales.
Me viene a la cabeza una frase de Tartt que he leído recientemente…: «Si tenemos un alma lo bastante fuerte, podemos arrancarnos el velo y contemplar cara a cara la desnuda y terrible belleza”. Así es.. esto es terriblemente bello.
Buenas noches
Ya que tenia todo escrito se me ha borrado, bueno como decia ,hoy es tarde porque en todo el dia no tenia ganas de nada , Paco está malillo y yo tampoco estoy muy bien , así que al ver a estas gentes con lo poco que tienen y los felices que se les ve , nosotros teniamos que aprender de ellos asi que por hoy nada mas , un beso u hasta mañana
Si, es un gran lección la que nos dan. Tienen mucha fuerza para seguir adelante. Es algo a recordar porque todos hemos salido adelante con esfuerzo y tesón: como dicen por aquí “ka kokari”.
Mucho ánimo, seguimos conectados.