17/7 Hoy es un gran día. Oxford y casa Albert.

“Hoy es un gran día!!!” Así ha amanecido Kike hoy. Y es que por fin llega el momento de enseñar a maestras de aquí el juego matemático “Numicon” de la editorial Oxford España.

De buena mañana, tras el desayuno, han llegado dos maestras Clarisse y Josephine de un colegio público y un profesor director jubilado de un colegio privado. Han sido unos maravillosos alumnos muy motivados y curiosos.

Llegar has aquí no ha sido fácil. Parece que fue ayer que se nos ocurrió en el Colegio Ave María San Isidro, hicimos las gestiones y logramos que enviaran el pedido. Gracias a Fundacion Kokari por traerlo.

Aquí toda actividad infantil se comunica fácilmente por el barrio, el río de niños y niñas está garantizado, las puertas abiertas de la casa de Teophil y Anna Marie son cómplices de esto.

Sin decir ni explicar nada, los niños y niñas han comenzado a jugar según se iba sacando el material. Pura intuición y juego!!! Los colores, las formas… todo era propicio para echar un buen rato.

Gracias a Pedro Luis, que iba traduciendo todo lo que Kike explicaba, las maestras y el director han ido percibiendo el sentido del material. Lo que más les ha costado es entender que aunque hay unas directrices de juego debes dejar espacio a la exploración. Hemos empezado por el conteo y concepto de nuestro. Después hemos explorado las fichas Numicon, hemos jugado con los tubitos y hemos hecho equivalencias. Después hemos compuesto y descompuesto números. El director decía constantemente: Hacer y verificar que lo saben utilizar es la acción más importante de la matemática, un crack.

Probamos todo tipo de rectas numéricas, pared, suelo y mesa. Después pasamos a jugar con las regletas “Cuisenaire” y todas sus posibilidades. Por último vimos el espacio y las potencias.

El material pertenece a la Fundación Kokari y será Clarisse la encargada de gestionarlo aquí. Se utilizará en dos colegios, uno público y otro privado con la intención de ver cuáles son los resultados, Kike seguirá tutorizando y enviando información para ampliar su aprendizaje. Parece que esta metodología era muy compatible con cosas que ya están haciendo ellos por lo que estaban encantadas.

Mientras se traspasaba la información, los niños y niñas se han apartado (había como 20) para que pudieran seguir hablando y han continuado jugando. En ese rato se han podido ver diferentes formas de comportamiento: quien funciona más como líder, quien tira de creatividad, quien sigue normas a la perfección, quien más coopera, los matemáticos, los creativos, etc… Así hemos echado gran parte de la mañana.

Antes de comer hemos marchado al pueblo de Albert, ya que tenia preparada una comida para “los huéspedes”. Con todo el cariño del mundo, su mujer Irene ha preparado un “Ragut de ñame”, huevos de pintadas y pollo frito. Todo realmente exquisito aunque muuuuy diferente a la comida española.

Al terminar, el hermano de Albert ha hecho música con cuatro palos de distinta sonoridad, por el tipo de palo y por la cantidad de agujerito a hechos por las termitas. Después ha llegado otro vecino del poblado tocando lo que era una especie de violín de una sola cuerda, hecho por él. El valor más grande es que este hombre tocaba hace años a menudo pero al morir su mujer se puso de luto y no se le vio en el pueblo durante tres años. Hoy volvía a tocar para nosotros. Un auténtico regalo.
Mientras escuchábamos, una madre ha puesto en mis brazos (Conchi) una bebe de apenas un mes de vida. Con esta ternura he escuchado la música.

De paseo por el poblado nos han llevado al Árbol fetiche, de la fertilidad: un enorme árbol que la más anciana persona del poblado recuerda desde siempre.

Dice la leyenda del lugar que las mujeres que no se quedan embarazadas vienen a este árbol y hacen sacrificios. Cuando se quedan embarazadas traen una vasija con las telas que las protegía cuando tenía la regla y la ponen en la vasija con agua, sacrifica una gallina y deposita las vísceras para que coman los espíritus.

Tienen anudada una tela blanca que indica que es un árbol fetiche. Cuando se rompe ponen otra.
Actualmente no siguen esta tradición, pero los más antiguos la recuerdan de cuando se hacía hace años. De hecho, había vasijas en sus enormes raíces.

Antes de irnos, Ana ha estado jugando al corro de la patata con niños y niñas y pillándolos después. Muy divertido.

A la vuelta a casa, tras un descanso, nos hemos encontrado con gente del pueblo que entraba a hacer una oración. Ha llegado un sacerdote y Faustino nos ha contado que cada lunes hacen oración en una casa del pueblo y que hoy ha tocado aquí. Los hemos acompañado y escuchado la bonita y dulce voz de Anna Marie. Al finalizar nos han agradecido nuestra presencia.

Y en la espera de la cena, con el revoloteo de niños y niñas del barrio por todo el patio, hemos vuelto a jugar.

Hemos comenzado haciendo un juego cooperativo de pasar por debajo de las piernas estando todos en fila. Se lo han pasado pipa! Deducimos que quizá no hacen muchos juegos cooperativos por aquí o al menos con esa intención!

Después me he puesto a hacer juegos de palmas. Tengo que tirar de memoria de mi infancia para sacar canciones y ha aparecido “En la calle 24..” y se lo han vuelto a pasar pipa!!!!
También hemos hecho el salido de “medusa, caracol y jirafa”… todo con una tremenda humedad en el ambiente que impide tener la piel seca. Pensamos que ya estamos acostumbradas pero.. no!!! El abanico entra y sale de la habitación constantemente.

Y ya por hoy termina el día. Son infinidad de detalles los que se quedan sin contar. Es imposible contar todo. Se trata de tener constantemente los ojos bien abiertos para captar todo lo que estas gentes nos regalan con su ser.

Y cómo le hemos dicho a Albert al despedirnos después de la comida…

A sobu kuá: gracias por la hospitalidad.

Buenas noches!