20/7 Viaje N’Dali a Cotonou, 11 horas
Hoy nos hemos despedido de N’Dali y de la familia de Teophil y Anna Marie. Se han despertado prácticamente todos a las 5 de la mañana para el último adiós , hasta la pequeña Teresa.. Hemos salido a las 6:16h de la mañana…
No se si las gentes de aquí se han quedado o no mejor tras nuestra estancia. Quizá sí han ensanchado su corazón para dejarnos un huequito a Ana, Nuria, Kike y yo, Conchi. A Pedro Luis ya lo tienen bien acomodado dentro de sus vidas hace años, merecido lugar en cada uno de sus corazones tras 40 años de fidelidad y entrega misionera a este pueblo.
Lo que está claro es que vinimos con nuestras personas y dimos nuestra dosis de cariño y humor característica. Las ayudas puntuales que les hemos dejado ha sido bienvenida y eso deja una gran huella a todos.
Faustino y Judit se vienen
Alargamos un poquito la “estancia” con esta familia porque nos llevamos a Faustino y Judith a Cotonou a pasar la nuestra última semana en Africa con nosotros.
El viaje ha sido.. LARGO. Hemos llegado 12 horas después, teniendo una parada para comer y resolver un asunto Pedro Luis acerca de la fundación.
Según hemos ido acercándonos al sur, a Cotonou, el paisaje ha ido cambiando. Si bien lo verde sigue siendo verde, comienzan a abundar las palmeras y empiezan a bajar el número del árbol del karité.
La carretera inundada de camiones es un poco pesadilla. Y al aproximarnos a Cotonou, la cantidad de coches, camiones y motos vuelve a ser una locura para la conducción.
Llegamos y compramos algo para la cena. Estamos realmente cansados. Hoy el cuerpo, que ha intentado todas las posturas imaginables para intentar dormir en la furgoneta, ya no aguanta más.
Mañana será un día nuevo en África, pero en Cotonou. Ya no habrá un “Abuandoo” por la mañana. El Bariba se terminó en este viaje. Tampoco escucharemos “bature!” por la calle. Aquí ya se dice de otra forma.
Readaptación para otra forma de vivir en África. Pero hoy ya no… Mañana..
Buenas noches.